lunes, 22 de octubre de 2012

La Llorona del Puente de Ahíla


Se cuenta que en algunas noches se escucharon alaridos de dolor que provenían de Ahíla, mucha gente asegura haber visto, sobre todo en noches de luna llena y desde la época en que todavía se hacía uso de la carretera vieja a Tulancingo, a una joven mujer que vestía de blanco una tenue tela que era sacudida junto con su larga cabellera por el viento. Algunos nombres al intentar hablarle se sorprendieron bastante al verla desaparecer, dicha mujer fue varias veces vista en un patrón de madera de la exhacienda de Ahuehuetitla (extensa en su territorio antes de lo que se conoció como el agrarismo), no se ha sabido una reciente aparición , pero muchos taxistas han sido testigos de este suceso.

A lo largo de la barranca de Palpa (llamada así por nacer en Palpa) y que llega al puente de Aila donde por mucho tiempo se vio abundancia de árboles de los llamados Ahíles, también fue vista esta mujer. En la ya mencionada puerta de Ahuehuetitla, conocida comúnmente "puerta de Ahíla" muchos obreros que venían a trabajar de Tulancingo a la ahora fábrica Santiago Textil SA. y C.V. por la carretera vieja, vieron la aparición de aquella mujer e incluso personas fueron a excavar en la puerta de Ahíla, pensando hallar dinero.

La Señora Aurora Soto Ocádiz cuenta que en los ahuehuetes de Ventoquipa, un señor de nombre Manuel (ahora ya difunto), le platicó haber visto a la llorona. Otro señor de nombre Martín Soto Gómez en compañía de algunos amigos al venir del cine de Tulancingo en noche de luna llena vieron a una mujer que gritaba: ¡a donde los encontraré!. Decían las personas del pueblo que tal vez esa mujer era una alma en pena, y que por haber tirado sus hijos al río Dios la había castigado.

Por su parte don Enrique Olvera García cuenta que su abuelo Cristóbal Olvera Arriaga, vio a la llorona un día que andaba a caballo este que tenía fama de que le gustaban las mujeres, la invitó a montar, era una mujer de vestido blanco y caballo suelto decía, ya iba montada con él cuando quiso mirarla y al voltear se dío cuenta de que era un esqueleto.


Publicado por: hidalguia.com.mx/santiago/cultura

Mpio. de Santiago Tulantepec de Lugo Guerrero
Gobierno del Estado de Hidalgo

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