jueves, 18 de octubre de 2012

La Maldición de las Galeras y la Exhacienda de Espejel


Cuentan nuestros antiguos habitantes de Apan que hay mucho dinero enterrado en “ las Galeras ”, pero éste, por pender sobre él una maldición muy maldita , sólo puede sacarse de noche... Nadie se ha atrevido a buscarlo, pues entre las sombras asechan espíritus malignos. Se dice que el lugar es propiedad del mismísimo demonio y antiguamente ahí se hicieron ritos satánicos...


Son las doce de la noche en la exhacienda de Espejel , sombría y aislada del pueblo. De pronto, se escucha un lúgubre chirrido... es un viejo sillón que empieza a mecerse sin causa alguna . A cualquiera que lo vea se le hiela la sangre. Casi siempre pasa a las doce de la noche, aunque hay noches en que esto no sucede. La familia Arango, quienes viven en la exhacienda, ya se acostumbraron. El profesor Arango contó que una vez un amigo suyo desafió a las fuerzas ocultas en la vieja construcción y esperó sentado en ese añejo sillón a que dieran las doce de la noche. Aquél amigo no esperaba lo que sucedería entonces... Sintió cómo un pesado cuerpo invisible se le sentaba encima y aunque trató levantarse, el ente se lo impedía. Finalmente, el pobre infeliz pudo librarse del espíritu aquél y salir corriendo, ante las risas de quienes lo observaban... Y ya nunca quiso regresar...


Cuentan que el fantasma sigue apareciendo a la misma hora. Suponen que es el alma de un antiguo dueño de la hacienda que se niega a permanecer lejos de
su amada hacienda de Espejel.


Publicado por: Apan.blogia
Leyenda enviada por Juan Carlos Villordo 
Edición: Omar González 

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